miércoles, 24 de noviembre de 2010

La pohemia


Érase un mal día en que en el mundo faltaban poemas. Un muy mal día. Atendiendo a tamaña urgencia el poesista, alarmado, llamó al poesero: ¡necesito más poemas! El poesero, que estaba muy poerezoso, nada tenía en su papel pero su amigo el poesiente podría tenerlos a granel. El poesiente, encantado, en un bar con buena música le citó.

Allí se juntaron los poetanos o poespías, como el camarero les llamó, para ver si alguno de ellos podría solucionar aquel follón. Necesito más poemas dijo el poesero, el poesista me apremia, hacen falta poemas en el mundo y vosotros sois la pohemia. Pero el poesiente estaba poechizado, se anduvo por las nubes y el poesero preguntó al de al lado. El de al lado no tenía poemas. Aseguró avergonzado que ni en el fondo de las botellas a las musas había encontrado. Poetílico le llamaban sus amigos poetoso y poesiente. Tenía gracia y tenía labia el muy mamado, y a todos hizo brindar por los poemas que se habían tragado.

Pasó por fuera el poeta, con las musas bajo el brazo, bajando la calle. El camarero avisó a la pohemia y todos salieron para avisarle. - ¡Poeta ven, entra, que el mundo te espera! - le dijo la pohemia entera, asomada al quicio de la puerta. El poeta, que estaba acompañado, no quiso quedarse. Pero fue muy educado y en esta estrofa errada, confesó, tiempo hacía que estaba ensimismado.

“Mojar la pluma en buena tinta
es el primer verso para un poema.
Mojar la pluma en buena tinta,
todo lo que este poeta desea.”

Y se fue sin brindar con ellos.

7 comentarios:

  1. Me ha recordado a El lado oscuro del corazón :)

    (No sé si eso es bueno o malo).

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  2. Me gusta. Me recuerda al viceperro... me gusta como inventas palabras y mundos..
    Un poeabrazo...

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  3. genial este lugar y la respuesta en las palabras, en el modo y en la forma se construye
    Un abrazo

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  4. Muy bueno! genial el juego de palabras.

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  5. ¿dónde estarán las ideas brillantes que jamás se me ocurrirán, y que hacen de las pequeñas cosas, hermosos detalles? ¿dónde quedarán? tan enfrente de mis ojos, que se enmelan de tus letras.

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