viernes, 20 de noviembre de 2009

Telecomunicación


Venía al Caffè di Roma todas las tardes. Tenía rasgos asiáticos, aunque eso no dejaba muy clara su procedencia. Llevaba siempre consigo el ordenador portátil con el que se conectaba Internet gracias a nuestra conexión wireless, que atraía a todos los extranjeros de la zona, en su mayoría estudiantes que se reunían en pequeños grupos. Apenas entraba se dirigía a su mesa de siempre. Yo me acercaba cada tarde y le preguntaba:
- ¿Qué desea?
- Jofí co’lichi- decía ni más ni menos entre afirmando y preguntando, no algo parecido.
- Ca-fé-con-le-che- repetía yo con una pronunciación esmerada, intentando en vano que aprendiera a decirlo. Ella solo asentía y sonreía.
Un mes estuve insistiendo en la pronunciación, tiempo que estuve trabajando en dicha cafetería, pero no obtuve resultado alguno. “Jofí co’lichi” repetía día tras día la dichosa asiática (dios me libre de ser tomado por xenófobo). “Ca-fé-con-le-che” me obcecaba yo, pero nada. Era ridículo ver cómo me ignoraba.
A ella solo le preocupaba el nivel de batería y que se le viera bien con la Web-cam. Todo lo demás acaecía a su alrededor sin llamar lo más mínimo su atención. Si se caía una taza, como si alguien gritaba: llevaba los cascos. Desde allí debía contar al resto del mundo las maravillas que encontraba en España, lo bien que se vivía, el calor que hacía y lo amable y simpática que era la gente, excepto ese camarero tan largo que la observa de un modo tan raro. Como aquella obtusa no aprendía a pedirme el café, traté de decírselo en cursiva, en negrita, con letra Arial y en Times New Roman. ¡Incluso en algún que otro Wingdings! Pero nada, ningún resultado y mi gozo en un pozo. Ni siquiera con emoticonos aprendió la muchacha a pedir un jodido ca-fé-con-le-che con todas sus letras, mi sencillo y humilde propósito. Barajé la posibilidad de hacer una presentación en power-point o una animación flash, pero acabé por desistir. Todo queda, se me antoja a mí, en la paradoja del “gracias a” o “por culpa de” las grandes posibilidades que nos brindan las nuevas tecnologías de la telecomunicación.

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